Hoy me he dedicado a hacer unas herramientas para usar junto al taladro vertical. Con un trozo de arce cortado de la madera que tengo para el fondo, he hecho una especie de regla, que va aumentando de grosor, desde 2 hasta 6 mm. Después, con un trozo de madera de pino y un botón de violín, he preparado la base, que se coloca en la mesa del taladro mediante unos tornillos y tuercas de palomillas. Con esta sencilla herramienta, puedo configurar el taladro para que haga el agujero sólo hasta cierta distancia del botón, y así taladrar el plato (fondo o tapa), haciendo agujeros guía para su vaciado. Después sólo tendré que cepillar hasta que desaparezcan los agujeros. En las fotos podéis ver la tapa con diversos agujeros, que dejan un grosor de 3 mm. En las partes donde no hay agujeros, el grosor es de 3 mm o menos. Esta forma es una alternativa a tener que estar comprobando cada minuto con el calibre para no pasarse cepillando.

 Aquí se muestra cómo he cortado el fondo. Ha sido fácil gracias a la sierra que  se ve en la foto. No he encontrado este tipo de sierra en España, al menos en Alicante y páginas web. Es de Stanley y viene a ser como una sierra de calar de mano, denominada en inglés (Copying saw).

 Una vez cortado, al igual que hice con la tapa, he establecido el grosor en 6 mm utilizando primero el gramil para marcar y después la gubia y el cepillo de bloque. Después he refinado el contorno, dejando las esquinas para el final. Las esquinas las he moldeado comparando con la tapa, para que quedaran iguales.

    En este paso he rebajado ya el perfil a 4.5 mm en esquinas y talón y 4 mm en el resto. Después he creado la plataforma para el filete y me he dedicado a cortar el surco para éste. Tengo que decir que en el arce ha sido muchísimo más costoso de cortar el surco, rompiéndoseme el cuchillo constantemente. Al final he redondeado la punta del cuhillo, lo he envuelto en piel y he cambiado la forma de cogerlo (como un puñal). Sólo así he conseguido cortar medio canal. El resto lo dejo para el siguiente día pues la mano ya no me respondía.

    El doblado del filete lo he hecho de manera diferente al de la tapa. Esta técnica la vi en un vídeo del luthier holándes Mathieu Besseling. Se trata de sumergir el filete en agua caliente y colocarlo en frío en su lugar. Después se deja secar un par de horas y se queda con la forma correspondiente. Creo que así es más fácil que con la plancha de calor, y además la forma queda más exacta. Lo que veo peor son las esquinas, que al estar húmedas y ser tan delgadadas, pierden un poco la solidez. Ya veremos como quedan después de pegadas.

    Por último, y con la ampolla que tenía en el dedo curada (por eso pospuse la talla de la tapa), he dejado toda la tapa a 3 mm e incluso menos en algunas partes. Esto lo he hecho utilizando los agujeros guía que hice el día anterior. Ahora ya está preparado para recortar las efes y hacer la barra armónica.

    La madera usada para la barra armónica no puede ser serrada sino desgarrada. Así nos aseguramos de que la fibra esté entera por todo lo largo de la barra. En la primera foto se ve el trozo desgarrado y posteriormente cepillado para obtener el grosor requerido.

    Lo siguiente será localizar el punto exacto donde será pegada la barra y marcarlo. Es muy importante que cuando se instale el puente, éste quede 1 mm más hacia el exterior que la barra, por eso ahora hay que tener en cuenta la posición final del puente. Esta posición ya nos la marcaban las rayitas de las efes.

    La base de la barra tiene que ajustar perfectamente con la parte interior de la tapa, donde será pegada. Para lograr este ajuste hay que seguir un proceso. Primero, con el cuchillo, se establece una forma aproximada. Después, con la ayuda de una arandela grande, se dibuja por ambos lados la forma de la tapa en la barra, como se ve en la foto. A continuación, también con el cuchillo, se talla la base de la barra hasta ajustarla a la línea dibujada previamente. En este paso hay que intentar que la barra armónica se ajuste lo máximo posible al interior de la tapa.

    Una vez la barra ajusta razonablemente, pasamos al ajuste fino. Éste se hace usando tiza. Se cubre la zona donde la barra irá pegada con tiza y se frota la barra ligeramente. Las zonas manchadas con tiza necesitan ser rebajadas. Así se continúa el proceso hasta que toda la barra quede manchada con tiza. Esto indica que hace contacto en todos sus puntos. Pero antes hay que pegar unos localizadores que nos permitirán asegurarnos de que la barra no se mueva de sitio durante el ajuste. Éstos van pegados a la tapa a ambos lados de la barra armónica. De esta forma, cada vez que comprobemos la barra después de rebajar los puntos de contacto, nos aseguramos de que la localización de la barra es exacta. Cuando finalicemos el pegado de la barra armónica, estos pequeños localizadores se quitarán.

    Hoy he pegado la etiqueta. He intentado que fuera lo más sencilla posible, con el nombre, lugar y año. También he escrito el número 1 en una zona poco visible, que indica que este violín es el primero que construyo.

    También he ajustado la barra armónica con el proceso descrito anteriormente. Creo que esto ha sido lo más difícil hasta el momento, aunque me ha quedado bastante bien. Ahora debe secar hasta el día siguiente, que espero terminar la barra.

 Una vez seco el pegamento, después de dejarlo durante toda la noche, se quitan los localizadores y se cepilla la barra hasta dejarla a una altura de 13mm en su parte central, que será la altura máxima de la barra cuando esté terminada. Después se marca las diferentes alturas que debe tener la barra en cada sitio y se cepilla hasta las marcas. La parte superior debe quedar redondeada, así que se cepilla y se lija, o se trabaja con un cuchillo. Yo he usado el cepillo más pequeño y lija. Por último se terminan los dos extremos en ángulo de 45º.

    En la última foto se puede apreciar una mancha de pegamento en el extremo. Esto es porque se ha despegado una punta al quitar el localizador, que se había quedado pegado a la barra. La he vuelto a pegar con pegamento muy fino.

    El próximo día espero ya retirar el molde de los aros y cerrar la caja. Es emocionante.

   Lo primero que he hecho es hacer un pequeño bisel en el borde del fondo antes de pegarlo. Esto facilitará el acabado del borde más tarde, cuando la caja esté montada. De otra forma, no tendríamos buen acceso para realizar el bisel, pues los aros entorpecerían el uso de la lima.

   Para retirar el molde, se golpean con mucho cuidado los tacos con el martillo, por ambos lados, hasta que se despegan. Una vez suelto, el molde no sale con facilidad, pues los contraaros lo impiden. Digamos que el molde se queda atrapado entre los contraaros superiores e inferiores. Por este motivo es conveniente recortar un poco los aros con una gubia antes de retirar el molde. Así podemos forzar un poco toda la estructura de los aros, retirándola primero por las ces y por el taco inferior, y después por el taco superior. Una vez hemos extraido el molde, los tacon se tallan hasta su forma definitiva, dejando un 8 en el interior y redondeando los tacos superior e inferior.

  Para pegar  el fondo, primero se colocan los clavos cuyos agujeros ya hicimos antes de recortar la forma. Una vez centrada la guirnalda se junta primero en seco, con las abrazaderas que se ven en la foto. Después, se van soltando dos o tres abrazaderas cada vez, y con un cuchillo muy fino se va introduciendo el pegamento y se vuelven a colocar las abrazaderas. Es un proceso lento que se realiza porque el pegamento enseguida se endurece, y no es posible pegarlo todo a la vez. Además la guirnalda ahora es poco estable y conviene ir pegando cada zona en su sitio.

   Una vez seco, se taladra el agujero para el botón, de 6mm. Después el agujero se amplia hasta 8mm con el "avellanador" de clavijas. Nos aseguramos de que no ha quedado ningún trocito de madera suelto o colgando y procedemos a hacer el bisel en la tapa y pegarla de la misma manera que el fondo. La caja queda cerrada y, cuando seque, la terminaremos con el acabado de los bordes.